Boletín UNAM-DGCS-436
Ernesto Moreno
Martínez |
Pie de foto al final del boletín
EL MAÍZ QUE CONSUMEN LOS
MEXICANOS CONTIENE AFLATOXINAS
Las aflatoxinas, sustancias carcinógenas, frecuentemente se encuentran
en el maíz que a diario consumen millones de mexicanos; por ello, especialistas
de
El jefe de Departamento de
Ambos organismos, explicó el especialista, crecen en el grano de maíz
en su proceso de formación y producen las aflatoxinas, consideradas las
sustancias naturales más carcinógenas que se conocen.
El consumo constante, en pequeñas cantidades, es acumulativo y propicia
el desarrollo de tumores; pero si se ingiere una sola vez, en dosis altas,
puede producir intoxicaciones.
Existen otros productos en los que proliferan las aflatoxinas, como la
copra, semilla del algodonero y el cacahuate, pero el maíz es el más afectado, señaló.
El Aspergillus flavus puede
producirlas en el campo, en la cosecha o posterior a ella; en el campo el
control es complicado porque no se pueden modificar las condiciones ambientales
para evitar la proliferación, detalló.
Cuando las toxinas aparecen después de la cosecha son un problema
tecnológico que tiene solución, porque los productos pueden ser secados a
humedades por debajo de 16.5 por ciento, no favorables para el crecimiento del
hongo.
El proyecto “Mejoramiento genético del maíz para evitar su
contaminación con aflatoxinas”, subsidiado desde 2003 por el Consejo Nacional
de Ciencia y Tecnología, surgió porque se supo que el Aspergillus flavus invade al grano y produce esas sustancias debido
a que la planta entra en estrés y se debilita por la falta de humedad y las altas
temperaturas que prevalecen en la maduración.
Cuando sufre sequía, el hongo bioquímicamente detecta el estrés y
entonces el grano es susceptible de ser penetrado; aparentemente se ve normal,
pero la aflatoxina se produce y, en consecuencia, la cosecha se contamina,
describió.
El equipo, integrado por especialistas del Instituto Nacional de
Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias; de
Se trabaja en la selección de genotipos de maíz para hacer cruzas y
obtener más combinaciones de genes y, actualmente, se cuenta con siete fuentes
de resistencia en el almacenamiento del grano, indicó Moreno Martínez.
Con esos genotipos y otros no resistentes, se realizan cruzas para
determinar el tipo de herencia involucrada en la resistencia; además, permiten
identificar nuevas fuentes de tolerancia. La investigación es promisoria por
los resultados obtenidos en tres años, concluyó el especialista.
-o0o-
Foto 1.
Los hongos Aspergillus flavus y A. parasiticus crecen en el maíz y
producen aflatoxinas, explicó el jefe de Departamento de